El mono Tito
conoce a un canguro
Tito era un mono titi que tras ser rescatado de unos cazadores en África, fue llevado a un Zoo que era un gran refugio de animales. Cuando vivía libre en África, Tito era un médico de animales. Pero cuando llegó al Zoo se sentía asustado y triste pero pronto se percató de que habían muchos animales que también estaban asustados igual que él y se decidió ayudarlos haciendo lo que mejor sabía: ser médico de animales.
Consiguió la ayuda de una Hipopótamo llamada Lupe que era guapa, amable y organizaba la agenda del monito.
Pero había un pequeño problema: en el Zoo habían animales que Tito jamás había visto en su vida. Esto le iba a generar mucha confusión y lo obligaría a investigar y estudiar sobre diferentes especies de animales que ni se imaginaba que existían.
Así fue como un buen día llegó a su consulta nada más y nada menos que un canguro. Cuando el mono Tito lo vio exclamó sorprendido:
- ¡Madre mía pero que ratón más grande!
- Soy un marsupial, no un ratón - dijo la señora canguro riendo
- ¿Marsupial? Ay mi madre, yo no conozco a ese animal - dijo Tito rascándose la cabeza
- En realidad soy un canguro y pertenezco a la familia de los marsupiales - explicó la señora canguro.
- Pero bueno, tiene las patas hinchadas, señora canguro.
- No, no, mis patas son así. Me permiten saltar por las praderas de Australia, mire - La señora canguro dio un salto fenomenal.
- Pero, bueno entonces será que necesita ejercicios para que sus patas delanteras sean tan fuertes como las traseras... pero no se preocupe que yo soy un especialista y le voy a ayudar.
Acto seguido el mono comenzó a medir la patas delanteras del canguro cuando de repente asomó la cabeza otro canguro más pequeño.
- ¡Ay mi madre! Pero bueno, ¿Está usted de parto? Lupe, prepárate que vamos a tener un bebé canguro... ya asomó la cabeza - dijo Tito pegando un brinco de susto.
- ¡No, no! ya mi pequeño ha nacido pero saldrá en unos 8 meses. Lo llevo aquí en mi bolsita epidérmica que funciona igual que una incubadora. Allí se alimenta y está bien protegido de los depredadores. - contesto tranquilamente la mamá canguro - Oiga Dr. Mono Tito, puede usted atenderme que ya tengo mucho sueño y me quiero ir a mi casa a dormir.
- ¿Dormir? Pero, si todavía son las once de la mañana.
- Sí, bueno verá los canguros dormimos 22 horas al día y las otras dos horas las usamos para comer y asearnos. Mire, vengo porque mi cola se ha dislocado en la punta después de dar un gran salto en la pradera. ¿Puede usted enderezarla?
- ¡Haberlo dicho antes! En un momento le dejo la cola como nueva.
El mono Tito con mucha habilidad enderezo la cola dislocada y le puso un vendaje para mantenerla en su sitio.
- Déjese el vendaje un par de días - recomendó el monito.
La mamá canguro suspiró de alivio y se fue muy agradecida.
Entonces el monto Tito sacó su cuaderno de investigación y escribió, CANGURO: marsupial que vive en Australia, lleva en su bolsa a la cría, tiene fuertes patas traseras para saltar y duerme muchísimo, unas 22 horas al día.
L.D. Araujo Morales
Apuntes sobre el Cuento |
Enseñanza/Moraleja: No sacar conclusiones antes de tiempo. Antes es necesario reunir toda la información posible.
|
Edad recomendada: A partir de 5 años
|
Qué se trabaja: Evitar las presuposiciones. Aprender a indagar.
|
Valores: Prudencia y discreción.
|
Propuesta educativa de trabajo: Después de leer el cuento puedes comentar con tu hijo/a Cuando los indígenas vieron por primera vez un avión pensaron que se trataba de un pájaro gigante. Cuando nos enfrentamos a algo nuevo y desconocido intentamos compararlo con cosas que ya conocemos. Sin embargo, no siempre será acertado ni adecuado hacer ésto. ¿Alguna vez te ha pasado ver algo que no conocías y confundirlo con algo que sí conoces? |
Redes Sociales