El Mono Tito
conoce a un camello
Pero un día ocurrió que unos cazadores destruyeron su hábitat y lo atraparon pero por suerte fue rescatado por unos defensores de los animales que lo llevaron a vivir a un precioso Zoo lleno de animales rescatados. Al principio Tito estaba muy asustado y triste pero pronto se dio cuenta de que habían muchos animales que estaban tan asustados como él y se propuso ayudarlos haciendo lo que mejor sabía: ser el médico de los animales.
Pronto se corrió la voz de que había en el Zoo un mono que curaba y la consulta del monito Tito comenzó a llenarse, incluso consiguió a una ayudante muy eficiente que lo ayudaba, la Sra. Lupe una Hipopótamo muy guapa y amable que organizaba su agenda.
Lo que Tito no sabía era que el Zoo tenía muchos animales que él nunca había visto en su vida, esto le iba a obligar a aprender sobre diferentes especies de animales que ni se imaginaba que existían, en el proceso cometería errores en sus percepciones iniciales al desconocer las características de esos animales así que esto lo llevará a investigar, estudiar y documentar su aprendizaje sobre esos interesantes animales.Así fue como un día llegó a la consulta un camello. Cuando el mono Tito lo vio se llevó las manos a la cabeza y exclamó:
- ¡Mi madre! Pero mira cómo tiene la espalda este caballo y ni hablar del cuello que es mucho más largo... pero bueno este pobre debe sufrir unos dolores terribles con esas jorobas.Sin perder tiempo el mono Tito se acercó para ver mejor aquellas jorobas tan grandes, lo tocó y le preguntó:- ¿Le duele?
- No para nada, dijo el camello tranquilamente.
- ¿No?... pero bueno caballero es la escoliosis más severa que haya visto nunca. Usted debería hacer ejercicios para mejorar su postura que por eso es que le ha salido esas enormes jorobas. Pero tranquilo que yo le voy a ayudar. - Dijo convencido el mono.
- Pero... es que yo en realidad... - Dijo el camello un poco confundido
- Schhhhhhh... no diga nada amigo, usted no se preocupe que está en buenas manos. Yo soy un especialista. - Interrumpió el mono a la vez que se subía al lomo del camello para inspeccionarlo de cerca.
- Pero, en realidad yo.... - quiso decir algo el camello
Pero el mono Tito estaba tan concentrado y emocionado que no le hizo caso y en vez de escucharle le puso el dedo en la boca al camello para que se callara ¡Schhhhhh! Que estoy trabajando, este es un caso digno de investigar - le dijo
El camello se quedó un buen rato tranquilo observando un poco sorprendido e intrigado cómo el mono le examinaba, lo medía, pesaba, le tomaba la temperatura, le tomaba la presión sanguínea y hasta solicitó a la Sra. Lupe que hiciera una radiografía del lomo al camello.
Cuando terminó su estudio el mono le dijo al camello que le iba a poner un tratamiento para corregir su joroba. A lo que el camello respondió impaciente:
- ¡Es que a mi me encantan mis jorobas, yo he nacido así hombre soy un camello! Mis jorobas me sirve para sobrevivir en el desierto, en ellas almaceno hasta 36 kilos de grasa que puedo convertir en agua y energía cuando no dispongo de alimentos en el desierto, es gracias a ellas que logro caminar hasta 160 kilómetros sin tomar agua.
- ¡Madre mía! ¿Un CA-ME-LLO?... pero bueno, yo pensaba que era un caballo con la espalda destrozada... haberlo dicho antes.
- Es que he tratado de decirle pero usted no me ha dejado hablar. Lo único que quería era que me ayudara a sacar una pestaña que se ma ha metido en el ojo y me molesta muchísimo.
- Uy, déjeme mirar... vaya ya lo veo... es que además tiene unas pestañas larguísimas. Deme un segundo y ya le saco la pestaña incrustada en el ojo.
El mono Tito buscó unas pinzas y con gran habilidad sacó la pestaña clavada en el ojo del camello. Éste al instante dio un suspiro de alivio - ¡Gracias! - y se fue muy contento.
El mono Tito apuntó en su cuaderno de investigación: CAMELLO: animal que vive en el desierto, se parece a un caballo, pero tiene 2 enormes jorobas que le proporcionan alimento y además tiene una largas y curiosas pestañas.
Apuntes sobre el Cuento |
Enseñanza/Moraleja: Nuestras creencias pueden hacer que cometamos errores. Por eso es mejor preguntar, escuchar y ser prudentes.
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Edad recomendada: A partir de 5 años
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Qué se trabaja: Saber escuchar, observar y preguntar. No adelantarse a dar una opinión o veredicto sin reunir la mayor cantidad de información posible. No suponer sino indagar primero.
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Valores: La prudencia y la discreción.
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Propuesta educativa de trabajo: Después de leer el cuento puedes comentar con tu hijo/a ¿por qué crees que el mono Tito pensó que el camello era un caballo? ¿Cómo debería ser un buen investigador? ¿Qué crees que hizo bien y qué hizo mal? |
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