Este lindo cuento de Betriz Berrocal Pérez, nos muestra la importancia de escuchar y respetar los gustos y preferencias de nuestros hijos. Descubrir y apoyar sus talentos y vocación. Algunos padres quieren imponer su punto de vista sin tomar en cuenta las necesidades de sus hijos. El rol de padres es complicado, somos responsables de guiar a nuestros hijos para procurarles una buena vida, pero sobre todo lo que más anhelamos es que nuestros hijos tengan una vida feliz.
En particular las niñas de algunas culturas son obligadas a casarse y no se les permite ni estudiar y mucho menos trabajar. Es una situación que aun hoy viven muchas mujeres y niñas en el mundo.
Es un cuento con hermosas ilustraciones hechas por el artista Daniel Montero Galán.
La princesa que quería escribir
La princesa no quiere un príncipe azul
Ni ir por el castillo con trajes de tul.
Quiere ser distinta, ir a clase, estudiar
No esperar que alguien la venga a salvar.
No pretende joyas ni ricos tesoros
Sólo vivir fuera de su jaula de oro.
Escribe lindos versos junto a la ventana
Que rompe su padre al llegar la mañana.
La princesa llora lágrimas de letras
Que escapan al aire igual que cometas.
En la torre oscura se la puede oír
Cantándole al viento que quiere escribir.
Ama las palabras, adora las rimas
Si hasta cuando sueña, sueña en poesía.
Las buenas princesas no hacen tonterías
Le dice su padre mil veces al día.
Mañana sin falta voy a viajar
Cuando esté de vuelta te vas a casar.
Una buena esposa espero que seas
Y que olvides pronto tus locas ideas.
Deja un gran vacío el Rey al salir
Y la princesita se pone a escribir.
No quiero casarme, ni tener palacios
Ni ricos brillantes, ni hermosos topacios.
Lo que yo deseo no puedo comprar
Nunca estuvo en venta, es la libertad.
Ser libre al leer, libre al escribir
Combinar palabras que yo quiera unir.
Pasaron semanas y el Rey regresó
Y subió a la torre apenas llegó.
Más no llega sólo el padre enfadado
De un apuesto joven viene acompañado.
Este hombre rico, serio y valeroso
Dentro de tres días será ya tu esposo.
La pobre princesa hablar no podía
A su mente llegaban sólo poesías.
Todas las que ellas podía sentir
Pero que ya nunca podría escribir.
Y sin la escritura ¿Qué vida tendría?
En una muñeca se convertiría.
En una princesa como las de cuento
Que teje entre teja y borda en silencio.
La vida no es vida sin una ilusión
Así que sería mejor otra opción.
Con una sonrisa abrió la ventana
En su pelo negro sopló la mañana.
Ella no quería vivir sin crear
Y cerrando lo ojos soñó con volar.
Entonces las nubes llovieron mil letras
Que bajaron locas dando volteretas.
Se unieron veloces formando palabras
Haciendo cadenas que no se acababan.
Hicieron columpios de versos y rimas
Y balanceaban a la princesita.
La joven se ríe entre poesías
Mientras las palabras le hacen cosquillas.
Al llegar al suelo tan bien escoltada
Los niños acuden a ver lo que pasaba.
Hasta el Rey malvado bajó del castillo
Y al ver a su hija dijo arrepentido.
Si tantas las palabras lograron salvarte
No seré yo quien vuelva a condenarte.
Cumplirás tu sueño, serás escritora
Yo estaré a tu lado a partir de ahora.
El padre y la hija por fin abrazados
Vuelven al castillo y el cuento ha acabado.
Autora: Beatriz Berrocal Pérez
Ilustración: Daniel Montero Galán
Editorial: Amigos de Papel
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