Susanoh y el monstruo de 8 cabezas
Un mito japonés
Los dioses y diosas del cielo estaban muy enfadados con Susanoh, el salvaje dios del mar, porque había sido muy cruel con su hermana Amateras, la diosa del sol. Los dioses y diosas decidieron exiliar a Susanoh del cielo y lo enviaron a vivir a una isla. Las personas de la isla le dieron la bienvenida a Susanoh y le dijeron que debía tener mucho cuidado.
- La isla es un lugar muy peligroso. Cada año un terrible monstruo de 8 cabezas sale del mar y debemos darle una de nuestras jóvenes doncellas para que se la coma o si no él nos matará o todos - dijeron los habitantes de la isla.
- ¿A quién se comerá el monstruo éste año? - preguntó Susanoh.
- Este año el monstruo se comerá a la princesa Kusinda. Es una chica muy buena y hermosa. Estamos todos muy tristes - contestaron los aldeanos.
Susanoh estuvo pensando largo rato en la hermosa princesa Kusinda y en el terrible monstruo. Tuvo una idea y fue corriendo para hablar con el rey y la reina de la isla.
- Intentaré salvar a vuestra hija. Si lo logro quiero casarme con ella.
- Oh, Susanoh, si logras salvar a nuestra hija, estaremos felices de que sea tu esposa.- dijeron los reyes.
Susanoh se fue al centro del pueblo y compró 8 grandes jarrones de piedra y los lleno de sake (el fuerte vino japonés hecho a base de arroz). Luego el llamó a los aldeanos y les pidió que lo ayudaran a construir una valla con ocho arcos que estarían alrededor de la princesa Kusinda.
-¡Debemos darnos prisa! el monstruo estará aquí muy pronto - dijo Susanoh
Todos trabajaron arduamente y construyeron lo que les pidió Susanoh a gran velocidad.
- Pongan un jarrón de sake debajo de cada arco - ordenó Susanoh.
Mientras tanto Susanoh afiló su espada para estar preparado cuando llegara el monstruo.
De repente los aldeanos vieron una gran ola que se levantaba en el mar. "¡Es el monstruo!" gritaron. La ola avanzaba rápidamente y los aldeanos corrieron a esconderse detrás de las rocas y árboles. Estaban muy asustados pero querían ver la batalla de Susanoh con el monstruo.
Susanoh cogió su espada y se sentó junto a la princesa. "Estoy aquí, querida princesa, no te preocupes" dijo.
La gran ola se acercó más y más hasta que llegó a la playa y salió un gigantesco monstruo negro de 8 terribles cabezas de dientes afilados. Cada cabeza del monstruo rugía tan alto que hasta los pájaros desaparecieron del cielo.
De repente los rugidos se detuvieron y cada una de las cabezas del monstruo comenzaron a olfatear en el aire, estaban percibiendo el delicioso aroma del sake que estaba en los jarrones.Cada una de las cabezas comenzó a beber de los 8 jarrones, se tomaron hasta la última gota del sake y pronto el monstruo estuvo completamente ebrio y comenzó a caer en aletargado sueño.
Lentamente Susanoh se acercó a una de las cabezas y con su espada dió un golpe certero y la corto, corrió a la segunda cabeza e hizo lo mismo y así con cada una de las 8 cabezas hasta que el monstruo estuvo muerto.
Los aldeanos aplaudieron la gran azaña de Susanoh y la princesa Kusinda estaba muy feliz. Fueron llevados en hombros hasta el palacio de los reyes donde se celebró una maravillosa boda. Susanoh y la princesa Kusinda vivieron felices hasta que fueron muy viejitos.
Redes Sociales