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🚩 Guiar a nuestros hijos en el descubrimiento de su vocación 🎓

 Guiar a nuestros hijos 

en el descubrimiento de su vocación

Vocación y Estudios

Para algunos jóvenes (y para sus padres) puede ser una búsqueda intimidante y estresante, porque ven en esa elección decisiones que implican tiempo, esfuerzo, dinero y su futuro laboral y personal.

La vocación se define como la inclinación hacia un estilo de vida, profesión, trabajo o actividad. La palabra, proviene del latín vocatĭo, vocatiōnis, que significa “acción de llamar”. La vocación está íntimamente ligada a los gustos, intereses, habilidades, personalidad y puede estar influenciada por el entorno familiar y social. Cuando pienso en la vocación conecto ese concepto con la misión de vida.

La definición de la vocación no tiene por qué ser complicada. Cada persona posee talentos que la hacen especial. Desde la más tierna infancia los niños dan indicios de sus gustos e intereses, muestran habilidades cuando juegan. El juego se puede transformar en la profesión que el niño elija en el futuro.

Paso 1: Autoconocimiento

Ayudar a elegir una profesión que se corresponda con la identidad, emociones, inteligencia y gustos de nuestros hijos necesariamente implica definir sus aptitudes, actitudes, capacidades y personalidad, el primer paso es entonces el autoconocimiento.

En su libro “Las Siete Leyes Espirituales del Éxito”, Deepak Chopra plantea una pregunta que puede ayudarnos a descubrir esa vocación (vinculada espiritualmente a su misión de vida): “Si tuvieras todo el tiempo y el dinero del mundo y no tuvieras miedo, ¿QUÉ HARÍAS?”. Podemos plantear al adolescente preguntas como:

1. ¿Qué actividad haces que te gusta tanto que no te das cuenta del paso del tiempo, no te aburre y aunque estés cansado continuas hasta terminarla?

2. ¿Cuáles son tus intereses? ¿De qué temas hablas?

3. ¿Hay algo en tu vida sin lo que no podrías vivir?

4. ¿Qué necesitas hacer para sentirte conectado contigo?

5. ¿Qué es lo que has hecho siempre, desde tu infancia?

6. ¿En qué recibes reconocimiento por parte de otras personas? ¿Qué te agradecen a menudo?

7. ¿Cómo ayudas a otro y además te sientes bien haciéndolo? ¿Suelen buscarte porque tu aportas...?

8. ¿Qué harías aunque no te pagaran?

Otra manera de ayudarle es buscar a un profesional especializado: el orientador vocacional. La mayoría de las instituciones educativas cuentan con orientadores que  ayudan a los jóvenes a definir sus talentos y recursos personales. El orientador puede ayudar a desmontar creencias que puedan resultar limitantes para como: “Debes hacer lo mismo que ha hecho tu familia”, “debes dedicarte a lo que sea más rápido”, “busca algo que tenga futuro”, este tipo de sentencias impide acercarse a la verdadera vocación.

Lo que está en juego a fin de cuentas es la felicidad de nuestros hijos y su futura profesión no debe resultar un sacrificio, sino algo que le sirva para su propio desarrollo individual, crecimiento personal y profesional.

Existen recursos como los test de personalidad y test vocacionales que resultan bastante útiles. Recomiendo especialmente el test de personalidad de https://www.16personalities.com

Paso 2: El entorno

El entorno es muy importante para la elección profesional. La familia, los amigos, los cambios sociales, culturales y económicos del país, la tasa de desempleo y el auge tecnológico impactan directamente en la decisión de la profesión a estudiar.

A veces el entorno familiar impone un tipo de profesión por “tradición” porque desde varias generaciones la familia se ha dedicado a una profesión u oficio en particular y los hijos siguen con ese legado. Sin embargo, si el jóven no se siente atraído por seguir la tradición puede generar un conflicto, en este caso la familia debe ser la suficientemente flexible para entender la vocación y respetar la decisión de sus hijos.

Además, es importante señalar que los chicos de ésta época están fuertemente influenciados por la tecnología, las Redes Sociales, Internet. La inmediatez y facilidad de estos nuevos medios ha desarrollado en ellos conductas y habilidades diferentes a las que estamos acostumbrados.   

Se calcula que el 80 por ciento de las profesiones del futuro a las que se dedicarán los niños de hoy, no existen en la actualidad, y ni siquiera somos capaces de imaginarlas. Lo único que parece claro es que esas profesiones tienen en común el uso de la tecnología.

Paso 3: Definir un propósito

Conectando nuevamente con la idea de la misión de vida y asumiendo que en realidad lo que deseamos es que nuestros hijos elijan una profesión con la que se sientan FELICES. Una manera de ayudarles a encontrar un sentido vocacional es poner el foco en un propósito, algo con lo que el joven pueda identificarse independientemente de la carrera que elija.

En el 2016 la ONU hizo un proyecto muy interesante para ayudar a conectar propósitos con las necesidades de desarrollo sostenible de la humanidad para el milenio, para ello se definieron los 17 retos. A los chicos se les invita a pensar y elegir en qué ámbitos de esos 17 sienten deseo de contribuir y con cuáles les gustaría que su trabajo del futuro estuviera relacionado.

Los 17 retos para el milenio:

  1. Fin de la pobreza
  2. Hambre cero
  3. Salud y bienestar
  4. Educación de calidad
  5. Igualdad de género
  6. Agua limpia y saneamiento
  7. Energía asequible y no contaminante
  8. Trabajo decente y crecimiento económico
  9. Industria, innovación e infraestructura
  10. Reducción de las desigualdades
  11. Ciudades y comunidades sostenibles
  12. Producción y consumo responsables
  13. Acción por el clima
  14. Vida submarina
  15. Vida de ecosistemas terrestres
  16. Paz, justicia e instituciones sólidas
  17. Alianzas para lograr objetivos

Lo ideal es que el jóven selecciones tres de entre los 17 retos. De manera que sea cual sea la profesión que elija, pueda conectarla con un propósito. Y eso es un plus de motivación porque lo importante para ellos ya no será tanto el qué hacen, sino el para qué lo hacen.

La Vocación y la elección de carrera