El optimista no nace, se hace 

¿Cómo ser más optimista?

Creemos que ser optimista, mantener un pensamiento positivo y vivir automotivado son cualidades que se tienen de manera natural, pero la verdad es que gran parte de esas actitudes se pueden aprender. Como padres, conviene saber cómo podemos fomentar el optimismo en nuestros pequeños.

¿Cómo aprender a ser más optimista?

Somos la mejor referencia y ejemplo para nuestros hijos, por lo tanto necesitamos reconocer en nosotros mismos la capacidad para ver la vida de manera optimista o pesimista. En PNL hablamos de los Marcos de Conducta, estos son estructuras que definen claramente dos tipos de pensamiento o actitudes opuestas, uno es optimista y proactivo mientras que el otro es pesimista y nos ubica en una posición de victimismo e indefensión.

OBJETIVOS VS PROBLEMA

El primer marco es el de OBJETIVOS VS PROBLEMA las personas que se centran en los objetivos suelen enfocarse en lo que SI quieren lograr, visualizan sus metas y se plantean objetivos concretos y realistas, definen estrategias y acciones para alcanzarlos y van paso a paso para realizar sus metas. En contraste, las personas que se centran en problemas, suelen enfocar sus pensamientos en lo que NO quieren que ocurra, piensan constantemente en los problemas y visualizan los peores escenarios, generalmente la emoción que los define es el miedo, suelen poner pretextos para no afrontar los problemas.

FEEDBACK VS FRACASO

El segundo marco de conducta es FEEDBACK VS FRACASO las personas que aceptan críticas de manera constructiva y las toman en cuenta para mejorar, suelen ser mucho más positivas y logran tener resultados de excelencia, el feedback también puede encontrarse en los errores. El error puede ser visto como una lección, un aprendizaje, un hecho que nos ayuda a ver cómo hacer las cosas mejor, estas personas suelen buscar la intención positiva detrás de una conducta o situación. Por otro lado, quienes se ofenden ante la crítica o se lo toman demasiado personal suelen pasarlo mal y no logran superarse, las personas orientadas al fracaso creen que los errores son una especie de castigo y se desmoralizan, les cuesta ver el aprendizaje y se tropiezan con la misma piedra al no poder reconocer sus fallas. A menudo el “fracaso” les hace desistir y asumir posiciones de victimismo y derrotismo.

CÓMO VS EL POR QUÉ 

El tercer marco de conducta es el CÓMO VS EL POR QUÉ cuando nos preguntamos ¿cómo puedo hacer esto? ¿cómo puedo lograr tal cosa? ¿cómo puedo mejorar una situación X? estamos abriendo nuestra mente a buscar respuestas para la acción, la creatividad, la superación de obstáculos, la solución a un problema determinado, asumimos un rol proactivo y constructivo. Sin embargo, cuando nos preguntamos ¿por qué me pasa esto a mí? ¿por qué justo ahora? ¿por qué la vida es así? nos estamos ubicando en una posición destructiva y de indefensión, somos víctimas de los azares del destino, limitamos a nuestra mente y nos autocompadecemos, esto nos deja sin energía, paralizados, sin posibilidades. Preguntarse el “por qué a mí” crea un círculo vicioso en el que lo único que logramos es perder tiempo.

POSIBILIDADES VS NECESIDADES

El cuarto marco de conducta es el de POSIBILIDADES VS NECESIDADES quien conoce sus propias capacidades y recursos personales es capaz de ver más posibilidades y afronta mejor la vida, las personas que son capaces de agradecer lo que tienen pueden apalancarse en sus fortalezas. En contraposición quienes viven en la necesidad, sólo piensan en lo que les falta, lo que no tienen, no conocen sus capacidades personales y recursos y por tanto no pueden aprovecharlos ni optimizarlos para su propio beneficio. Las personas que están en la necesidad se proyectan hacia el futuro sin tomar en cuenta lo que tienen aquí y ahora.

CURIOSIDAD VS SUPOSICIÓN

El quinto y último marco de conducta es el de CURIOSIDAD VS SUPOSICIÓN este marco puede ser, en mi opinión, uno de los más importantes. La curiosidad es la capacidad de hacerse preguntas, buscar, investigar, observar, informarse para mitigar las dudas o inquietudes que podemos tener, implica verificar la información que recibimos, las personas que están en la curiosidad tiende a abordar las situaciones de manera directa y preguntan antes de hacer juicios. Por otro lado, en la suposición las personas se imaginan cosas, creen, atan cabos y no se toman la molestia de averiguar y verificar la información. Esto los lleva a equivocarse y a tomar posiciones que pueden ir de la evasión a la agresión por hacer juicios incorrectos. Las personas que suponen tienen poca autoestima y esta actitud, si se prolonga, puede llevar al estancamiento y la mediocridad.

Como es lógico pensar, no siempre vamos a ser optimistas al cien por cien. Por ejemplo, pensar en los problemas nos hace darnos cuenta de los posibles inconvenientes que se puedan presentar, pero la idea es no quedarnos estancados allí, sino pasar del Problema al Objetivo para evolucionar.

Lo importante es que podamos detectar en qué marco estamos para poder cambiarlo si es necesario. Al saber identificarlos en nosotros será también más fácil identificarlos en los demás. En el caso de nuestros hijos si podemos ver sus marcos de conducta, tenemos la posibilidad de ofrecerles las herramientas para que puedan ajustarlo en pro de su bienestar.

L.D. Araujo Morales