¿Cómo identificar la intención positiva?
Detrás de toda conducta existe una intención positiva, es una de las presuposiciones del modelo de la programación neurolingüística. Sin embargo, a simple vista podemos pensar que hay conductas que resultan completamente inapropiadas, desagradables e incluso dañinas. Ciertamente, la intención positiva no siempre resulta ECOLÓGICA. En realidad, detrás de una conducta hay una ganancia o recompensa para quién ejecuta esa acción determinada.
Así por ejemplo, quienes muestran conductas agresivas o son miedosos, lo que en realidad están buscando es seguridad, protección, atención, afecto. Quien llora por todo, busca que lo atiendan y complazcan. Mientras no sepamos cuál es la intención positiva, no podremos modificar la conducta limitante o inapropiada. Pero para entender y descubrirla es necesario conocer cómo funcionamos.
Los seres humanos tendemos a ser hedonistas, buscamos placer/recompensa/bienestar y nos alejamos del castigo/dolor/incomodidad. Para alejarnos de aquello que nos hace daño podemos actuar de manera PROACTIVA o REACTIVA.
Las personas proactivas son las que se planifican antes de que los eventos ocurran, toman las riendas y asumen responsabilidad. Una persona proactiva se prepara y organiza. Mientras que las personas reactivas, reaccionan después que los eventos han pasado, apagan fuegos y dejan las cosas para el último momento.
Por ejemplo, un estudiante proactivo se preparará con tiempo, estudiará, leerá el tema e investigará antes de un examen, el estudiante reactivo estudiará un día antes, una hora antes o incluso 5 minutos antes de entrar al examen. Ambos quieren aprobar la materia pero el proactivo tendrá más posibilidades de hacerlo que el reactivo. Me dirás que conoces estudiantes reactivos que aprueban sin problemas, pero a menos que sean genios, su desempeño académico será bastante mediocre. Y además, si te dijera que se trata de un estudiante de medicina ¿a quién de los dos te gustaría tener como médico en el futuro? Pero ojo no confundir a los reactivos con "perezosos" nada de eso, un reactivo actúa bajo presión, como ya he dicho: viven apagando fuegos. Se basan en estímulo-respuesta.
La conducta proactiva o reactiva se aprende desde muy temprana edad y por lo general a través del modelado. Aprendemos lo que vemos, el ejemplo siempre es la primera fuente de información. De manera que la educación que hemos recibido influye mucho así como la edad, sexo, cultura, valores, hábitos, experiencias, creencias, etc. Cada persona hace lo mejor que puede con los recursos que posee.
Por lo general, las conductas inapropiadas se relacionan con el modelo reactivo. Las personas reactivas aprenden muy pronto que al actuar de determinada manera tienen probabilidad de lograr su objetivo. Ante un estímulo X el individuo reaccionan. El niño que quiere que le compren algo y llora, hace pataletas, grita hasta que papá o mamá le compran lo que desea con tal que se tranquilice. El niño sabe que sus padres van a ceder porque anteriormente esa estrategia le ha funcionado.
Para lograr un cambio primero es muy importante hacer una distinción entre la conducta inapropiada y la persona, se rechaza la acción no al individuo. Es la conducta la que es inadecuada nunca la persona.
Una manera de descubrir cuál es la intensión positiva es preguntarse ¿PARA QUÉ? se realiza una determinada conducta y al responder no se puede decir "hago esto porque...." es necesario insistir en el para qué.
Evidentemente a un niño o niña pequeños no podemos preguntarles ¿para qué estás dando esa pataleta? es necesario que mamá y/o papá le enseñen qué conductas son apropiadas y cuáles no. La mayoría de las veces todo lo que el niño desea es ATENCIÓN y con ella el afecto de las personas significativas de su entorno. Algunas acciones a tomar en cuenta son:
Si el niño o niña suele hacer pataletas con frecuencia es importante que busques un momento en el que esté tranquilo/a y relajado/a explícale que cuando se comporta de esa manera te desagrada y no te gusta lo que hace.
Antes de salir de casa hay que "leer la cartilla": si van de paseo dile a tu hijo o hija que no quieres otro episodio de berrinches. Debes decirle que si vuelve a ocurrir no lo vas a tolerar y que regresarán a casa, establece un acuerdo y estrecha su mano. Esta es la parte más difícil: a la primera señal de una escena de berrinches debes CUMPLIR lo que has dicho y ¡regresar a casa!, sin dar muchas explicaciones, con total serenidad y recordando al niño/a el acuerdo que han establecido... aunque te estropee los planes un par de veces te aseguro que no habrá una tercera vez, los niños aprenden muy rápido.
En el momento en que se esté produciendo la conducta inadecuada es importante mantener la calma, hablar con firmeza pero sin gritar. No le ignores hazle saber que le estás escuchando y que su conducta no te agrada. No cedas ante la manipulación del llanto, gritos y demás. Si le das lo que quiere estarás confirmando su modelo de conducta.
Cuando el niño o niña muestre una conducta más tranquila o apropiada debemos reconocerle y felicitarlo, decirle que esa es la forma correcta y que nos sentimos orgullosos de su progreso.
L.D. Araujo Morales
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