La muñeca de tela que tenĂa
las piernas al revés
¿Quieres que te cuente el cuento de la muñeca de tela que tenĂa las patas al revĂ©s? SĂ, respondiĂł mi nieto de 3 años con las ojos llenos de expectativas y acomodĂĄndose para escuchar la historia. No es que “SĂ”, sino que si quieres que te cuente el cuento de la muñeca de tela que tenĂa las patas al revĂ©s. “SĂ, cuĂ©ntamelo” y la chanza continuaba por un buen rato hasta que me mirĂł con carita triste y me pidiĂł que le contara el cuento de verdad… asĂ que tuve que echar mano de mi imaginaciĂłn e inventar Ă©ste cuento.
Hace mucho, mucho tiempo, en un pequeño pueblito vivĂa una niña a la que le encantaban las muñecas de tela y un dĂa su abuelita le comprĂł una linda muñeca de tela y se la entregĂł.
La niña recibiĂł su muñeca con mucha emociĂłn y de allĂ en adelante fue su compañera de juegos por mucho tiempo. La niña le confeccionaba vestidos con la ayuda de su abuelita, le daba comidita, la llevaba de paseo, le contaba cuentos, dormĂa con ella… la niña era muy feliz con su amada muñeca.
PasĂł el tiempo, la niña creciĂł y ya no le apetecĂa jugar con muñecas, por lo que se olvidĂł de ella y Ă©sta fue a parar al cuarto de los “trastes” que era la habitaciĂłn de la casa donde se guardaban las cosas que ya no se usaban. AllĂ pasĂł la muñeca varios años, olvidada, rota, descocida y muy triste. SĂłlo veĂa a un gracioso ratoncito que hablaba con ella y que al ver su tristeza, trataba de animarla con una canciĂłn:
Un dĂa llegĂł al pueblo una familia, se mudaron cerca de la casa de la abuelita que le habĂa regalado la muñeca de tela a su nieta. En esta familia habĂa una niña pequeña y todos se hicieron amigos de la abuelita.
Una vez la niña estaba muy enferma y el mĂ©dico le recetĂł reposo en cama y la pobre se aburrĂa muchĂsimo. La abuelita la visitĂł y mientras charlaban la niña le comentĂł que le encantaban las muñecas de tela y que le gustarĂa tener una, pero sus padres no podĂan comprĂĄrsela.
La abuelita se acordĂł de la linda muñeca de tela que le habĂa regalado hacĂa años a su nieta y lo feliz que Ă©sta habĂa sido y pensĂł: - Voy a buscar la muñeca para dĂĄrsela a esta niña.
AsĂ que la abuela fue a casa de su nieta y preguntĂł por la muñeca, la familia le dijo que probablemente estaba en el cuarto de los “corotos” y efectivamente allĂ la encontrĂł. Al verla se dio cuenta de que estaba bastante deteriorada, hasta las piernas se le habĂan desprendido. Sin embargo, la abuelita pensĂł:
- No importa, la puedo reparar, la limpiaré, la coseré, le haré ropita nueva y quedarå linda de nuevo.
La abuela se fue a la tienda y comprĂł telas, hilos, botones, cintas, agujas y todo lo que necesitaba para reparar a la muñeca de tela. De camino a su casa, la abuela pasĂł por la casa de la niña y le prometiĂł que al dĂa siguiente le llevarĂa una sorpresa.
La abuelita puso manos a la obra y remendĂł, cosiĂł, confeccionĂł trajecitos para la muñeca, pero en medio de esta labor se fue la electricidad, y todo quedĂł a oscuras. La abuelita buscĂł unas velas y las encendiĂł y cuando regresĂł para continuar con su trabajo no recordaba dĂłnde habĂa colocado los lentes, buscĂł en vano en varios lugares, pero no los consiguiĂł.
- ¿y ahora quĂ© hago? Necesito terminar esta muñeca, sĂłlo me falta coserle las piernas.
DecidiĂł hacerlo sin sus lentes y con la tenue luz de las velas ya que la abuelita siempre cumplĂa sus promesas. CosiĂł las piernas al cuerpo, vistiĂł y peinĂł a la muñeca y la colocĂł en una hermosa bolsa de regalo.
La abuela se levantĂł con los primeros rayos del sol, y luego de tomar un rico desayuno se fue a casa de la niña, quien ya la estaba esperando con mucha emociĂłn porque sabĂa que le llevarĂa una sorpresa.
Cuando la abuela le entregĂł la bolsa, la niña sacĂł la muñeca y la abrazĂł con mucho cariño y llena de alegrĂa. Pero la abuela se quedĂł paralizada por un momento, porque al ver la muñeca, algo andaba mal… ¡tenĂa las piernas al revĂ©s!
- ¡Ay! Como se fue la luz y ademĂĄs perdĂ los lentes le peguĂ© las piernas al revĂ©s a la muñeca. Si quieres me la llevo para arreglarla.
- No, no. Por favor, dijo la niña, me quedo con mi muñequita asĂ, no te preocupes abuelita que me gusta mucho mi muñeca con las piernas al revĂ©s.
La muñeca fue muy feliz con la niña, quien la querĂa, la cuidaba y jugaba con ella como una vez lo hiciera su antigua dueña. Y colorĂn colorado, el cuento de la muñeca de tela que tenĂa las piernas al revĂ©s, se ha acabado.
Apuntes sobre el Cuento |
Enseñanza/Moraleja: Cuando los regalos se hacen y se reciben con cariño, son ¡perfectos!
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Edad recomendada: A partir de 3 años
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Qué se trabaja: No todo tiene que ser perfecto, a veces lo importante es el gesto, el cariño y la dedicación que ofrecemos.
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Valores: Familia, comprensión, valorar los pequeños gestos, compartir.
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Propuesta educativa de trabajo: Después de leer el cuento puedes comentar con tu hijo/a sobre los regalos que se hacen desde el corazón. Recordar ese dibujo tan lindo que hizo nuestro hijo/a y que pegamos en el refri para verlo siempre... los detalles bonitos que siempre recordamos porque tienen un valor sentimental. |
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