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📖 El Águila Distraída. Cuento sobre la concentración y atención

El Águila Distraída

Cuento sobre la concentración y atención

El Águila Distraída. Cuento sobre la concentración y atención


¿Os imagináis a un águila distraída? Pues qué rareza, pero sí, esta historia habla sobre una hermosa águila que era muy distraída. Cuando alzaba vuelo para cazar sus presas se olvidaba de su objetivo ante la más mínima distracción. A veces veía una nube y se quedaba pensando qué forma tenía, luego veía a una mariposa y se detenía un rato para observarla. Otras veces se quedaba tan distraída mirando a otras aves que se estrellaba con árboles o montañas en pleno vuelo.

La pobre águila estaba cansada de ver cómo sus amigas lograban cazar las mejores presas rápidamente, mientras que ella pasaba horas y horas sin poder cazar nada… incluso había días que no comía de tanto distraerse. Ella misma no entendía por qué era tan despistada.


Una soleada mañana en que se encontraba muy hambrienta, decidió alzar el vuelo para buscar comida. Mientras volaba pensó que podía remontarse más y más alto, se preguntó cuán alto podría llegar, mientras seguía subiendo en línea recta.


Rebasó las nubes y se sintió complacida, cerró sus ojos para sentir la brisa en su rostro y extendió sus enormes alas dejándolas inmóviles  y planeando suavemente, era una sensación tan agradable que había olvidado que tenía hambre.


De pronto un fuerte ráfaga de viento la hizo tambalear, se trataba de un pequeño e inusual torbellino que la puso fuera de control y la obligó a dar vueltas, la pobre estaba muy asustada, sin sospechar lo que le esperaba…Un fuerte ventarrón la azotó con tanta fuerza que le lastimó un ala, pronto se desplomó, precipitándose irremediablemente hacia la tierra.


Milagrosamente cayó en medio del bosque donde enormes hojas amortiguaron su estrepitosa caída y en vez de llegar al suelo, se sumergió en un pozo profundo, sintió el impacto del agua y pudo percibir el sonido de las burbujas que la envolvían. Miró hacia arriba observando cómo se hundía, mientras los rayos de sol atravesaban el azul del agua.


Creyó desfallecer, pero entonces sucedió que el agua comenzó a tornarse de variados, intensos y brillantes colores y una voz en su interior la llamó con firmeza y le ordenó luchar por su vida: “Vamos, eres fuerte, tu puedes, tienes lo necesario para salir a flote sube, sube, sube…”


Se armó de valor y movió su ala sana  para impulsarse hacia la superficie ayudándose con las patas. A medida que emergía se sentía llena de confianza y al sacar la cabeza a la superficie tomo una profunda y refrescante bocanada de aire fresco.


Llegó hasta la orilla y se quedó un rato recostada mientras sus plumas se secaban. Reflexionó sobre lo ocurrido, una distracción casi le cuesta la vida. Se sintió muy afortunada por haberse salvado. ¿Ya no más hacer el tonto! se dijo. Al cabo de unos días su ala estropeada ya había sanado y al fin pudo remontar vuelo nuevamente... pero esta vez todo sería diferente.


Voló como nunca, era majestuosa e imponente dominando el cielo azul con gracia y precisión. Sus ojos renovados y agudos divisaron la presa perfecta y dejando salir toda su naturaleza, aquello para lo cual estaba hecha, capturó su desayuno rápida y efectivamente y luego con la panza bien llena se dedicó a volar y a contemplar las montañas tranquilamente. 


Sus amigas la aplaudían orgullosas y asombradas, porque al fin el águila distraída había aprendido la lección. Cuentan que desde entonces en aquel lugar no existió un águila más veloz y precisa que aquella de grandes ojos soñadores.


L.D. Araujo Morales

Apuntes sobre el Cuento

Enseñanza/Moraleja:

Si no sabemos enfocar y usar adecuadamente nuestras capacidades, resultan inútiles


Edad recomendada:

A partir de 5 años


Qué se trabaja:

Atención, concentración, ubicarse en el aquí y ahora, establecer prioridades


Valores:

Voluntad de hacer las cosas, equilibrio personal


Propuesta educativa de trabajo:

Después de leer el cuento puedes comentar sobre alguna situación en la que por estar distraído has perdido una oportunidad, Por ejemplo: el otro día estaba distraído y he perdido el autobús, tuve que esperar el siguiente y por eso llegué tarde a ver la película... pregunta al niño/a si le ha pasado algo similar y cómo podríamos mejorar para mantenernos atentos y concentrados. Busca ejercicios sobre mindfulness para niños.


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