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🐷Los tres cerditos, versión libre

Los tres cerditos

Los tres cerditos

Versión libre

Había una vez tres hermanos cerditos que vivían en un precioso bosque con sus padres. Un día la mamá cerdita les dijo:

- Hijos míos, deben construir sus propias casas.

El cerdito pequeño era muy dormilón y perezoso. Cuando su madre les dijo que debían fabricar su propia casa le sentó fatal... eso significaba tener que trabajar y aquello no le hacía ninguna gracia. Como tenía tanta flojera y desgano cogió un montón de paja que consiguió la fue pegando de unos cuatro palos y así se construyó una pequeña choza. No tardó más dos días en hacerla  le pareció que estaba perfecta para echarse a dormir y descansar... y eso fue exactamente lo que hizo.

El hermano del medio era muy bromista y un poco revoltoso, pensó que la mejor manera de construir su casa era con materiales fáciles que le ayudaran a fabricarla muy rápido, así tendría tiempo para irse de fiesta, bailar y cantar que era lo que más le gustaba. Consiguió madera y se fabricó una cabaña con cuatro paredes, un techo, una ventana y una puerta. ¿Quién necesita más? y pensar que he construido esto en tan sólo 4 días, pensó. Consideró que con eso era más que suficiente y se fue con sus amigos de juerga.

El hermano mayor, era el más responsable y aplicado así que de inmediato se puso manos a a obra, comenzó a dibujar los planos de su casa, buscar un buen terreno, seguro y estable, hizo mediciones y cálculos, pensó en los mejores materiales para su casa y comenzó a fabricarla. Hizo unas sólidas y fuertes bases y la construyó con ladrillos y materiales muy resistentes. Se construyó una preciosa y acogedora casa de dos pisos, con todas las comodidades y hasta le puso una chimenea. Le tomó un par de meses de arduo trabajo día y noche sin descansar sus hermanos se habían reído de él al verlo tan afanado trabajando, le llamaban tonto por desperdiciar su tiempo en vez de irse de fiesta o descansar como sus hermanos.

Cuando todos terminaron sus casas decidieron celebrarlo y se fueron de picnic al bosque. Estaban muy felices cantando a coro: ¡Quién le teme al lobo feroz, al lobo, al lobo! bailaban y se reían sin saber que entre las sombras de los árboles les asechaba un hambriento lobo.

- Conque no me temen ¿eh? - les sorprendió el lobo - Ya veremos si dicen lo mismo cuando me esté dando un banquete con ustedes.

Los cerditos gritaron asustados y corrieron a toda velocidad cada uno para su casas.

El lobo persiguió al más pequeño de los cerditos y cuando éste se metió en su pequeña y endeble choza el lobo se rió a carcajadas.

- Ja ja ja ja, que risa que me da. ¿Crees que puedes esconderte allí? Pues ya te digo que soplaré y soplaré y tu casa derribaré.

El lobo comenzó a soplar y la choza del cerdito pequeño comenzó a desbaratarse hasta quedar completamente destruida. El pobre cerdito corrió desesperado a la casa de su hermano mediano que vivía cerca de él. 

- ¡Abre, abre, déjame entrar que el lobo me persigue! - gritaba

El cerdito mediano abrió la puerta de su cabaña y dejó entrar a su hermano. Apenas tuvo unos segundos para cerrar la puerta antes de que el lobo llegara.

- Ja ja ja ja, que risa que me da. ¿Acaso creen que pueden esconderse allí? Pues ya les digo que soplaré y soplaré y su casa derribaré.

El lobo comenzó a soplar y la cabaña del cerdito mediano comenzó a derrumbarse hasta quedar hecha añicos. Los cerditos corrieron aterrados a la casa de su hermano mayor.

- ¡Abre, abre, déjanos entrar que el lobo nos persigue! - gritaban

El cerdito mayor abrió la puerta de su casa y dejó entrar a sus hermanos. Apenas tuvo tiempo para cerrar la puerta antes de que el lobo llegara.

- Ja ja ja ja, que risa que me da. ¿Acaso creen que pueden esconderse allí? Pues ya les digo que soplaré y soplaré y su casa derribaré.

- Lo dudo mucho - dijo tranquilamente el cerdito mayor. Quien ya había cerrado con llave todas las puertas y ventanas.

El lobo comenzó a soplar y soplar pero la sólida casa no se movía. Así que el lobo sopló y sopló con más fuerza hasta quedarse sin aliento, pero era imposible derribar aquella casa. Así que el lobo trepó por el tejado y quiso meterse por la chimenea... pero el cerdito mayor era muy listo y al escuchar los pasos del lobo en el techo adivinó sus intensiones así que encendió la chimenea con abundante leña para avivar bien el fuego y cuando el lobo quiso bajar por la chimenea se quemó la cola y las patas y tuvo que subir de nuevo y no le quedó más remedio que largarse.

Los tres cerditos celebraron y le pidieron a su hermano que les enseñara cómo hacer sus casas. Prometieron esforzarse y ser más responsables.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.🐷



Apuntes sobre el Cuento

Enseñanza/Moraleja:

El flojo trabaja doble. Es mejor hacer las cosas bien desde el principio.

 

Edad recomendada:

A partir de 5 años

 

Qué se trabaja:

La necesidad de ser responsables con nosotros mismos y nuestras tareas. Las cosas bien hechas nos ayudan, mientras que las tareas mal hechas sólo nos traen problemas e incluso puede ser peligroso. Al final el trabajo mal hecho es una pérdida de tiempo.

 

Valores:

Responsabilidad, trabajo inteligente, ser previsivo.

 

Propuesta educativa de trabajo:

Después de leer el cuento puedes comentar con tu hijo/a ¿Quién fue el cerdito más listo? ¿Por qué? ¿Qué le pasa a los que no trabajaron bien desde el principio?